domingo, 28 de marzo de 2010

Próximo debate el día 7 a las 22,30 h

¿Y POR QUÉ NO NOS ACARICIAMOS?.
¿SON INCOMPATIBLES LAS CARICIAS CON NUESTRAS PRÁCTICAS BDSM?
Siempre me ha resultado curioso el hecho de que somos capaces de trabajar y dedicar mucho tiempo y esfuerzo para poder pagarnos maravillosos espectáculos, una excelente comida o un crucero al Caribe buscando placeres inconmensurables y sin embargo, somos incapaces de dedicar de manera regular un poco de nuestro tiempo para aprender a disfrutar de los maravillosos placeres que hay escondidos en nuestra piel.

Tal vez todo ello sea debido a que la religión durante siglos ha desalentado los placeres carnales, o quizá porque al sistema económico en el que vivimos no le conviene que busquemos placer en algo que no nos cueste dinero para conseguirlo, pues se da el hecho curioso de que nuestros mayores placeres son gratuitos, no necesitamos de nada para obtenerlos. Para disfrutar del sexo, las caricias, la ternura, el masaje... o el látigo, sólo nos necesitamos a nosotros mismos. Además es un placer que puede renovarse cada día, nuestra piel se “recarga“ en poco tiempo y necesita ser descargada por medio de las caricias.

En el mundo occidental tenemos la idea de que acariciarse es sólo un paso preliminar para una relación sexual satisfactoria, pero las caricias en sí mismas pueden ser un medio de obtener placer tan válido como el propio sexo. . Las caricias además de ser una excelente fuente de placer, nos proporcionan satisfacción emocional, y además tiene efectos muy beneficiosos para nuestro organismo.

Las caricias son una fuente de satisfacción emocional, porque ante todo la caricia es un acto de amor, una manera de decirle a la otra persona que estamos preocupados por su felicidad. No intentéis acariciar a alguien a quien aborrecéis, lo va a notar enseguida.

Capítulo aparte merecen los beneficiosos efectos que sobre nuestra salud tienen las caricias. Producen una evidente relajación muscular, reducen la tensión nerviosa activando la secreción de endorfinas (hormonas que están relacionadas con la sensación de bienestar). Se produce también una disminución de cortisol y norepinefrina, las hormonas ligadas a la ansiedad y el estrés.

Para los que piensen que los placeres BDSM son incompatibles con las caricias, he de recordarles, que aunque su relación sea 24/7, veinticuatro horas son muchas horas, siempre encontraréis un rincón de tiempo para la complicidad y el cariño. Hay un tiempo para cada cosa. Hay un tiempo para humillar y otro para amar, hay un tiempo para azotar y otro para ACARICIAR.

Todo eso está dentro de nosotros. No tiene sentido exteriorizar sólo las tendencias BDSM. Es absurdo reprimir la parte de nuestros afectos porque creamos que sólo así podemos llevar a cabo con éxito nuestras tendencias BDSM. ¿No creéis?
EXPOSICIÓN PARA EL PRÓXIMO DEBATE REALIZADA POR “El Faro“
(http://elfarosm.blogspot.com)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Próximo debate el día 24 a las 22,30 h

EL MASOQUISMO MORAL, EL AUTÉNTICO LADO OSCURO DEL BDSM
La humillación es una técnica como otra de las muchas que se usan en el BDSM. Se trata de auténticos latigazos emotivos que a algunas personas les produce excitación sexual.

Por ejemplo, algunas sumisas sienten una intensa excitación si se les llama “puta“, “zorra“ o “guarra“ y no sólo por la humillación que ello pueda suponer, sino y sobre todo, por la transgresión moral que supone el sentirse momentáneamente como tales.

Pero su autoestima en ningún momento se verá en peligro, por el contrario puede sentirse reforzada y a experimentar un sentimiento de orgullo y placer por haber superado un tabú social. Algunos llaman a este tipo humillación “Masoquismo Emocional“. La humillación sexual hecha con cuidado por un Amo juicioso, puede ser llegar a ser positiva y hasta catártica.

Pero hay un lado oscuro en la humillación. Se trata de la humillación que ataca directamente la moral, la autoestima de la sumisa. No es lo mismo llamar “zorra“ a una sumisa, que “inútil“, “idiota“ o decirle que “no vales para nada“ . No hay orgullo posible en recibir tales epítetos. Algunos llaman a este tipo humillación “Masoquismo Moral“.

El Masoquismo Moral existe en el ambiente BDSM, no hay que negarlo, y es muy querido por algunas sumisas porque es muy intenso y proporciona emociones muy fuertes a las que algunas sumisas se hacen adictas. El problema es que algunos “amos“ sin escrúpulos lo saben y lo usan sin ningún cuidado, exacerbándolo e incluso dilatándolo en el tiempo. El Masoquismo Moral es un tóxico emocional del que, en mi opinión, en principio habría que huir. En todo caso, si se quisiera jugar con él, habría que hacerlo con el máximo cuidado y en pequeñas dosis.

Dejarse humillar o jugar con las emociones en una escena puntual, como un juego, puede que sea catártico y hasta positivo, siempre que el Amo sea muy cuidadoso con lo que tiene entre manos y termine con lo que se ha venido en llamar el “after care“ (cuidado emocional posterior). Pero la humillación constante, como forma de vida, es algo repulsivo y abyecto. Es el auténtico lado oscuro del BDSM. La humillación pasajera dentro de una escena consensuada puede estar bien. La humillación continua como forma de vida es una enfermedad y NO es BDSM.

El “amo“ más temible y el que una sumisa debería evitar a toda costa, es el que usa como estilo de dominación y sin ninguna pericia y a veces con mucha maldad, el masoquismo moral (ataque directo a la autoestima de la sumisa). Es un método de dominación fácil y que suele ser mal usado por gente abyecta y sin escrúpulos, capaz de hacer un enorme daño emocional a la sumisa sin pestañear. Se les detecta enseguida por sus carencias afectivas y de todo tipo, sobre todo por su falta de respeto. Son muy egoístas y no se preocupan en absoluto de hacerla crecer. Es muy raro conseguir de ellos una palabra de aliento, en cambio la culpabilizarán por cualquier cosa, convirtiéndola en un ser triste, asqueado y con baja autoestima.
"Preparado por el Caballero ElFaro"

http://elfarosm.blogspot.com